En nuestras reuniones de trabajo en CLAY lo intuíamos. Lo habíamos identificado con otros nombres más comunes, dinamizador o agente de conocimiento, o más sofisticados, por decir, brokers de conocimiento o el nuevo perfil de Content Curators (Intermediarios críticos del conocimiento).
No obstante lo que necesitábamos eran personas que hicieran las veces de “pegamento” entre ideas y proyectos, no solo como parte añadida del trabajo, sino como una persona dedicada completamente a hilar entre las ideas, acciones, actitudes en las infinidad de relaciones que existen en el ámbito de la empresa. Así dimos con el término "conector de ideas" que nos gustó. Aquí damos detalles de lo que es y espera de esta profesión.
La tarea de conector es amplia y se facilita con Internet que es su herramienta básica hoy en día. Esto hace que las posibilidades de crear vícnulos positivos entre las personas y las ideas no encaren problemas asociados a las barreras físicas. Por ello no hay duda en que las empresas deban empezar a pensar y valorar a los empleados que piensan y actúan diferente, que son el motor del cambio de mentalidad empresarial que obligan los nuevos tiempos… quizás en ese cuerpo viva un conector!
Evidentemente el conector dentro de una organización tiene su cabida como intraemprendedor (emprendedores dentro de las organizaciones). Ahora bien, se ha demostrado que hay una relación directa entre la satisfacción laboral del empleado con su rendimiento en sus actividades. ¿Y qué hay mejor que una empresa que facilita lo máximo posible que se valoren las buenas ideas de los empleados, creando sinergias con otras áreas para hacerlas realidad? El rol del conector tiene también un papel clave en ese escenario, no sólo haciendo fluir esas propuestas entre las áreas más adecuadas, sino ofreciendo un “campo de cultivo” para crear grupos de trabajo con roles complementarios.
Otro de los debates candentes y que impacta de lleno en la conveniencia de tener conectores dentro de las organizaciones es el nuevo modelo de empresa que estamos empezando a identificar según nos vamos adentrando al siglo XXI: las empresas ya no son un castillo con enormes muros de piedra. De repente, alguien ha pensado que no estaría mal empezar a abrir puertas en esos muros para poder invitar a otros a entrar y crear actividades conjuntas. La empresa abierta, y su vertiente en la actividad de innovación (Open Innovation) han hecho ver a las empresas que necesitan perfiles de personas que “conecten” a empresas y personas alrededor de proyectos de interés común.
No, no me estoy refiriendo a una actividad comercial como la que estamos habituados a conocer: el modelo de empresa abierta parte de unas premisas de confianza entre todas las partes que requiere de perfiles que conozcan muy bien lo que se hace dentro pero que también tengan una actividad conectora fuera de esos muros: bien porque participan activamente en actividades por interés meramente personal, bien porque conocen nodos que pueden ser un aliado muy interesante para la nueva rama de la red que se empieza a querer tejer.
Una visión muy acertada, y un perfil muy interesante lo que proponéis.
ResponderEliminarSin duda las empresas necesitan (y las personas agradecerían) poder contar con este tipo de "conexiones" internas, que facilitarían, generarían crecimiento exponencial.
Una visión muy enfocada en el modelo de "empresa 2.0" y, también, en el concepto de "tipping point" de Gladwell. Escribí algo al respecto hace tiempo, que creo que puede contribuir a esta discusión:
http://www.marcellorinaldi.com/tipping-point/
Un saludo,
Marcello
Hola Marcelo... ser nodo creativo y crítico será necesario, como el modelo "tipping point" que popones. Estamos conectados, independientemente del nombre la necesidad existe: nuevos oficios, nuevos retos.
ResponderEliminarUn saludo
CLAY Corporate